En 2015, la Conferencia General de la UNESCO aprobó la «Recomendación relativa a la conservación del patrimonio documental, incluido el digital, y al acceso al mismo.» En consecuencia, cada cuatro años, los Estados miembros de la UNESCO deben informar sobre su aplicación de la Recomendación de 2015. Estas Directrices son un recurso útil que puede ayudar a los Estados Miembros de la UNESCO a aplicarla.

El mundo digital avanza a la velocidad del rayo. Tanto los contenidos como las tecnologías digitales avanzan de forma significativa cada día, lo que supone un serio reto para las instituciones patrimoniales y otras organizaciones de información a la hora de seguir seleccionando, preservando y accediendo a la producción del patrimonio documental del mundo. Para garantizar la accesibilidad a largo plazo del patrimonio digital significativo, es esencial la identificación y las intervenciones tempranas de preservación.
Han pasado cinco años desde que se elaboró la primera edición de las «Directrices de la UNESCO/PERSIST para la selección del patrimonio digital para su preservación a largo plazo» con el fin de ayudar a las instituciones de patrimonio e investigación a seleccionar el patrimonio digital para su preservación sostenible a largo plazo. En un mundo digital, cinco años son una eternidad, por lo que era necesaria una segunda edición de las Directrices.
La primera edición de las Directrices evolucionó a partir del trabajo del proyecto UNESCO/PERSIST, que surgió de la Conferencia de la Memoria del Mundo celebrada en Vancouver (Canadá) en 2012. El proyecto PERSIST es una iniciativa de colaboración entre la UNESCO, la Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios y Bibliotecas (IFLA), el Consejo Internacional de Archivos (CIA) y otros socios. En 2020, el proyecto PERSIST se integró en el trabajo del Subcomité de Preservación del Programa Memoria del Mundo de la UNESCO.