Del 27 de noviembre al 3 de marzo de 2019
Sala de Exposiciones Hospedería Fonseca
Universidad de Salamanca
Horario:
Martes a sábado de 12:00 a 14:00h y de 17:30 a 20:30h
Domingos y festivos de 10:00 a 14:00h
Lunes cerrado
A través de cuatro «ejes fundamentales», el visitante puede ver en las salas desde el sello que desde finales de la Edad Media acompaña a la USAL y las distintas representaciones de la fachada en grabados o fotografías, hasta la utilización del vítor como «símbolo oficial». También, la Universidad ha utilizado «como parte sustantiva» de su imagen el paso por su claustro de profesores tan reconocidos como Miguel de Unamuno y Fray Luis de León, entre otros, pero han sido ellos dos los más partícipes en este apartado de marca.
La Universidad de Salamanca ha alcanzado el siglo XXI después de una larga vida, sobreviviendo a los inevitables cambios que a lo largo de sus ocho siglos de existencia se han producido, y que en algún momento pudieron haber entrañado su desaparición. Esa es la razón por la que una de sus señas de identidad más notable es la de haber llegado hasta nosotros sin que se pueda dudar de que la institución actual es la misma que la que en el siglo XIII dio sus primeros pasos.
Tras la apertura de la muestra, el siguiente propósito es elaborar un catálogo con lo presente en la Hospedería Fonseca y, a partir del 3 de marzo -fecha de cierre de la exposición-, la posibilidad de que los interesados puedan realizar visitas virtuales de todos los documentos y de otras posibles incorporaciones a través de la red.
Los días 3 y 4 de diciembre de 2018 la Asociación Española de Bibliografía, en colaboración con la Biblioteca Nacional de España y Bibliopegia, celebrará sus XIX Jornadas de Trabajo en la Sala de Conferencias de la Biblioteca Nacional. PROGRAMA
Las Jornadas de la AEB congrega a cerca de cuarenta especialistas de diversas instituciones (universidades, CSIC, bibliotecas históricas) y países (España, Estados Unidos, Reino Unido, México, Portugal) con el fin de dar a conocer los trabajos de ámbito bibliográfico, en el más extenso sentido de la palabra: incunables, imprenta, comedias sueltas, encuadernación, proyectos bibliográficos, edición, bibliotecas históricas, manuscritos, filigranas, publicaciones periódicas…
Las Jornadas reúnen a especialistas de gran experiencia y a jóvenes investigadores, con el objetivo de dar a conocer sus trabajos o proyectos en marcha. Sirven como un lugar de intercambio de información y de conocimiento de la labor bibliográfica a través de comunicaciones cortas y variadas.
La Asociación Española de Bibliografía tiene como objetivo fomentar el conocimiento del libro español y su historia mediante la realización de actividades encaminadas al estudio de la producción bibliográfica nacional. Éste es un lugar de encuentro e intercambio de ideas para todos aquellos interesados en bibliografía e historia del libro, y por lo tanto está abierto a toda persona, sociedad o institución interesada en estos objetivos.
Se constituyó por iniciativa de dos equipos de trabajo independientes: por un lado, un conjunto de especialistas de la Biblioteca Nacional; y por otro, el grupo de la Tipobibliografía Española, surgido de la Confederación Española de Centros de Estudios Locales del CSIC, que, bajo la presidencia de don José Simón Díaz, venía funcionando desde 1983.
«Don Alffonso, por la graçia de Dios, Rey de Castiella, de Toledo, de Leon, de Gallizia, de Sevilla, / de Córdova, de Murçia, de Iahén, del Algarbe, e Sennor de Molina, a los alcalldes e al alguazil de Toledo que / agora ý sson o sserán daquí daquí [sic] adelante o a qualesquier de vos que esta nuestra carta ffuere mostrada, / salut e graçia. Sepades que nos ffizieron entender que en algunas de las calles de ý de To[ledo] / e çerca de los nuestros muros [d]ende que echarían cada unos de los vezinos donde el estierco [a]ssí / que por esta rrazón que por [roto] gran peligro en los dichos muros e gran danno a la dicha / villa. Et ssomos maravillado de vos en conssentir tal cosa commo esta”. Real provisión de Alfonso XI Desde un privilegio rodado –documento de la corte medieval tardía, que data del año 1.289– de Sancho IV, confirmando el de Alfonso X de 26 de enero de 1259, por el que exime del pago del derecho de moneda a los caballeros, dueñas, escuderos, hijosdalgo y caballeros mozárabes que morasen en la ciudad de Toledo, hasta una carta autógrafa del dramaturgo Jacinto Benavente dirigida al historiador de arte Guillermo Téllez González -en 1.940- excusándose por no haberle contestado antes y prometiéndole el envío de alguna obra dedicada. Son solo el más antiguo y el más actual del centenar de manuscritos que componen el nuevo laminario de documentos que el Archivo Municipal de Toledo ha incorporado a su página web.
Este nuevo recurso para estudiosos de la paleografía o simplemente para curiosos, abarca un buen número de documentos, expedientes o incluso un libro que han sido digitalizados, transcritos y, además, cuentan con una descripción en la que se detalla el autor y el destinatario, el tipo de letra, el volumen, el soporte o datos sobre su estado de conservación, entre otras informaciones.
Todos ellos se pueden consultar y descargar en el enlace del Archivo Municipal de Toledo: AQUI. El director del Archivo Municipal, Mariano García Ruipérez, considera que este nuevo recurso tiene especial interés para los futuros archiveros y estudiantes universitarios, así como cualquier persona interesada en utilizar textos manuscritos redactados en diferentes tipos de escritura y en distintas épocas.
Junto al propio García Ruipérez, la descripción y transcripción de estos documentos ha sido realizada por María Prado Sánchez Olivares, con ayuda de María García Jimeno y Sergio Martín Conde, alumnos de Master de Patrimonio Histórico en las universidades Complutense y de Castilla-La Mancha. En el proceso también ha participado Juan Carlos Galende Díaz, profesor de la Complutense.
García Ruipérez explica que la transcripción completa de algún documento suele realizarse cuando forma parte de una publicación facsimilar específica o de una exposición. “No es nada habitual la transcripción sistemática, y ni siquiera selectiva, de un conjunto de documentos de distintas épocas con una finalidad didáctica. Y esto es lo que hemos afrontado en este apartado de la web del Archivo Municipal de Toledo”, resalta sobre esta labor.
Alfonso XI pedía no echar estiercol junto a los muros de Toledo
Como decíamos, el más antiguo data del año 1.289, el privilegio rodado de Sancho IV que se conserva en un pergamino que fue restaurado en el Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE) en 2005-2006. El siguiente no tiene desperdicio, una Real Provisión -de 1.340- de Alfonso XI por la que manda a los alcaldes y al alguacil de Toledo que no se eche el estiércol en las calles ni junto a los muros de la ciudad de Toledo.
Parte dela transcripción realizada del albalá de los Reyes Católicos en 1.490 «Nos el Rey e la Reyna. Por quanto por parte del rregimiento de la muy noble e muy leal çibdat de Toledo nos fue fecha rrelaçión que, al tienpo que el rregimiento de la dicha çibdat / fue creado, fue puesto de quitaçión e salario a cada uno de los rregidores della dos mill maravedís”
Elisa Ruiz García. El vuelo de la mente en el siglo XV. Madrid : Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 2012.
93 p. (Serie 23 de Abril) eISBN: 978-84-00-09460-7. DESCARGAR PREVIO REGISTRO
Resumen:
Se recoge en estas páginas el texto de una conferencia sobre la lectura en la Corona de Castilla durante el siglo XV impartida por Elisa Ruiz García con motivo del Día del libro. A partir de diversos textos espigados en documentos castellanos del Cuatrocientos y del Quinientos, se reconstruye el canon de lecturas de la nobleza castellana de la época. La relación de obras que se aconsejaba leer era diferente en función del sexo de los potenciales lectores. Tanto a los hombres como a las mujeres se proponía la lectura de obras religiosas, pero los textos bíblicos estaban destinados a los hombres, al igual que los escritos consagrados a potenciar las cualidades propias del ethos nobiliario, mientras que a las mujeres se aconsejaba sobre todo la lectura de los Libros de Horas. La literatura de corte humanístico apenas formaba parte del canon y los autores clásicos solo en tanto que representantes de una filosofía moral.
Avraham Grossman. Pious and Rebellious: Jewish Women in Medieval Europe. UPNE, 2004.351 p. FICHA DEL LIBRO
Este libro ofrece un examen completo de las mujeres judías en Europa durante la Alta Edad Media (1000–1300). Avraham Grossman cubre múltiples aspectos de la vida de las mujeres en la sociedad judía medieval, incluida la imagen de la mujer, la estructura de la unidad familiar, la edad en el matrimonio, la posición en la familia y la sociedad, su lugar en la vida económica y religiosa, su educación, su papel en Ceremonias familiares, violencia contra las mujeres y la posición de la divorciada y la viuda en la sociedad. Grossman muestra que la Alta Edad Media vio una clara mejora en el estatus de las mujeres judías en Europa en relación con su estatus durante el período Talmúdico y en los países musulmanes. Si durante el siglo XII, los rabinos aplaudían a las mujeres como «piadosas y puras» debido a su papel principal en el martirio de las Cruzadas de 1096, luego, a fines del siglo XIII, los rabinos se quejaron de que las mujeres se estaban volviendo audaces y rebeldes.
Pola, que se desarrolló en Roma a finales del s. XIII-principios del siglo XIV, nos dice tres veces, en tres manuscritos diferentes, que es la «hija de R. Abraham el escriba».
Las mujeres como escribas no es algo que resulte chocante para nosotros, así como tampoco lo es la idea de que las mujeres copien textos religiosos. Incluso estamos lo suficientemente familiarizados como para haber desarrollado expectativas: las mujeres escribas recuerdan a las monjas de los monasterios. Y la idea de un taller familiar de escribanos comerciales está en marcha para el siglo XV. Pero el manuscrito más antiguo de Pola data de 1288. Y ella era judía.
Las comunidades judías medievales no tenían el equivalente de conventos, o de escuelas religiosas o parroquiales abiertas a las niñas. Según Elisheva Baumgarten, padres como los de Pola, que querían una hija educada, tuvieron que ponerse en contacto con un tutor privado. Esta falta de oportunidades de educación formal y de vías institucionales para la supervivencia de los manuscritos ha llevado a algunos estudiosos a minimizar la importancia potencial de la vida intelectual para las mujeres judías.
Pero la naturaleza mayormente urbana y comercial de la vida económica judía medieval significaba que la alfabetización básica era una habilidad muy apreciada. Y la falta de monasterios y posiciones públicas en la sociedad hizo que los escribas comerciales que podían escribir el alfabeto hebreo fueran una necesidad, especialmente para los textos religiosos.
En el siglo XII, Maimónides (una especie de Tomás de Aquino judío) había fallado a favor de la proscripción talmúdica contra las mujeres (y herejes, delatores, niños, paganos y samaritanos) que copiaban los pergaminos de la Torá, pero los judíos medievales, desde Francia hasta el Yemen, reconocieron que la prohibición no tenía que ir más allá. Abraham y su esposa, parte de una familia de eruditos y escribas, hicieron bien en presentar a su hija el oficio familiar.
Tendemos a pensar que la copia de manuscritos es una actividad artesanal o comercial, al igual que la gente de la Edad Media. Pero también lo veían como un arte creativo. En una cultura de manuscritos medievales de extractos, seudónimos, traducciones sueltas y fluidez textual general, las ideas de «autoría» divergían bruscamente del concepto moderno de una sola figura gobernante. Los eruditos hoy en día reconocen que la participación de los escribas en la autoría es importante : las decisiones del escriba sobre qué copiar y qué no, qué cambios hacer y qué cambios no hacer, y todas esas cosas dan forma indeleble al producto final.
Algunos escribas también produjeron lo que podríamos llamar «escritura original» en forma de colofones. Un colofón es una frase o pasaje que se añade a un libro con información sobre el entorno de la publicación o editor -hoy, el impresor; en la Edad Media, el escriba. Tres manuscritos supervivientes tienen colofones de «Pola, hija de R. Abraham el escriba». Aunque son cortos y sencillos, ofrecen una mirada fascinante a este escriba en particular y a su mundo.
El colofón de Pola de Roma. MS. Canonici Or. 89 fol.257r – (Bodleian Libraries, University of Oxford) VER DOCUMENTO
Pola también tenía un alto nivel de educación. Ella dominaba el hebreo hasta el punto de escribir sus colofones en él, no en un idioma vernáculo usando letras hebreas. Además, cada colofón entreteje diferentes citas de la Torá con diferentes propósitos: describir su acto de copiar, justificar su producción del texto, expresar sus esperanzas para el uso del texto. Ella conocía las Sagradas Escrituras lo suficiente como para citar versículos específicos. Finalmente, los colofones de Pola nos dan una visión tentadora de su vida familiar y su papel como escriba. Ella rastrea su propia genealogía a través de generaciones de hombres eruditos.
En su colofón de 1288, nombra a su esposo como R. Jehiel ben R. Solomon, pero en 1306 escribe el libro de oraciones para «mi hijo Salomón, el hijo de mi estimado maestro, el piadoso R. Solomon de bendita memoria, el hijo de Moisés b. Jekuthiel». Pola sobrevivió al menos a un marido, posiblemente a dos. Además, su referencia a Salomón como su maestro podría ser un ejemplo a seguir. Pero también podría sugerir que la hija de un escriba se casó con un escriba, una elección social, sí, pero también una de las mejores maneras para que una mujer medieval con un oficio profesional continúe trabajando en ese oficio a través de matrimonios y viudedad.
El tema religioso ha generado una producción bibliográfica enorme, tanto de manuscritos como de obras impresas y en la Biblioteca Histórica de la Universidad de Salamanca hay numerosos ejemplos.
De reducidas dimensiones (11×15), la Biblia Vulgata es uno de ellos. Como ha recordado en varias ocasiones el catedrático Gregorio Hinojo, se crea para ser divulgada (de ahí su nombre). Su contenido coincide con la traducción latina que hizo San Jerónimo en el s. IV, siendo la versión oficial aceptada por la iglesia durante mucho tiempo.
Biblia Vulgata. s. XIII
Su pequeño tamaño no está reñido con su gran belleza y valor. Se trata de un manuscrito del s. XIII escrito sobre vitela y repleto de largas iniciales coloreadas, muchas con oro y habitadas por personajes de una calidad sorprendente en los que se aprecian los rasgos de las personas pintadas. «Una copia de lujo», asegura Margarita Becedas (directora de la Biblioteca), «procedente de París, probablemente del monasterio de Saint Germain des Prés». Es un rico ejemplar que se muestra sólo en ocasiones muy especiales, como la reciente visita del compositor Arvo Pärt, interesado por el Apocalipsis.
«Durante la época visigótica, románica y mozárabe, las biblias eran enormes porque no iban a salir de los monasterios, pero en el s. XIII nos encontramos con un pequeño ejemplar que probablemente se va a utilizar como libro fundacional de otro convento o para ser llevado de viaje», comenta Margarita Becedas. «Digamos que la innovación bibliográfica de este tipo de biblias es que reúnen en un tomo todos los libros de la biblia, hasta entonces divididos en varios volúmenes de gran tamaño», añade Oscar Lilao (jefe de Fondo Antiguo).
Se trata de una innovación que coincide con el nacimiento de las órdenes mendicantes, como dominicos y franciscanos, no vinculadas a monasterios, que necesitaban de estas biblias ‘portátiles’ para poder predicar. Así, a partir del s.XIII proliferaron este tipo de biblias de bolsillo, también llamadas «parisinas», y que se pudieron comprar hasta el siglo XV.
Pero los libros sagrados del cristianismo están escritos en muchas lenguas y, en algunos casos, en más de una como sucede con la Biblia Políglota de 1569-1573 o Biblia Regia, reflejo de la riqueza bibliográfica del ámbito religioso, cuyo responsable intelectual es Arias Montano, bibliotecario de Felipe II que financia la obra publicada en la imprenta de Plantino, la más importante de Amberes y uno de los grandes impresores de la historia.
Estas biblias renacentistas suponen otro avance: la imprenta ha evolucionado tan rápidamente que solo un siglo después de su creación en los talleres son capaces de diseñar páginas en las que un mismo texto aparece en griego, latín y hebreo, utilizando distintos alfabetos. En la Biblioteca Histórica hay dos de las primeras biblias políglotas que, además son de producción española.
También destacamos entre los fondos de la Biblioteca una biblia de Lutero de 1665, de Basilea, con caracteres góticos alemanes e incluso otra biblia en árabe con la traducción interlineal en latín. Grandes joyas, ejemplares casi únicos que la Universidad de Salamanca cuenta entre sus tesoros.
Fuente: LA GACETA (24/03/2018): Tesoros de la Biblioteca Histórica
La Biblioteca Digital de Manuscritos Medievales (Digital Library of Medieval Manuscripts DLMM) ha presentado recientemente en un video su nueva plataforma a través de la cual está fomentando nuevos tipos de investigación sobre la literatura, el arte y la historia de la Francia de los siglos XIV y XV a través de una nueva tecnología. VER VIDEO
Esta presentación se centrará en los resultados académicos posibilitados por esa tecnología, mostrando cómo han establecido un puente entre la tecnología y las necesidades de la investigación para promover los objetivos de la comunidad de usuarios.
Entre los manuscritos y libros de la Biblioteca Histórica de la Universidad de Salamanca encontramos varias joyas del área de las matemáticas que queremos destacar y mostrar.
Uno de los manuscritos más elegantes y de mayor belleza de la Biblioteca es el ejemplar del s. XIII de los «Elementa», con traducción y comentario de Campano de Novara de la obra de Euclides, matemático del s. III a.C. cuyas teorías fueron fundamentales durante siglos.
«Elementa» de Euclides en la exposición SCRIPTA
Es cierto que hay numerosas obras impresas de Euclides ya que se trata de un autor griego traducido al latín y después al árabe a través de la Escuela de Toledo, llegando después al castellano. La Universidad cuenta con varias de ellas, pero el que puede ser considerado como «tesoro» de la Biblioteca es un manuscrito del s. XIII, lo que puede considerarse, según Margarita Becedas (directora de la Biblioteca), una isla en una época en la que los manuscritos eran fundamentalmente religiosos.
Es la obra del que está considerado padre de la geometría y su estudio era fundamental para acceder a la Cátedra de Astronomía y Matemáticas.
‘Elementa’ es su texto más conocido ya que recoge los principales conocimientos transmitidos por Euclides. Se trata de un manuscrito bien ejecutado, escrito sobre pergamino, en letra gótica libraria para el texto y comienzos de libros adornados con iniciales iluminadas con oro, tintas de varios colores y motivos zoomórficos, mientras que los capítulos cuentan con iniciales lombardas que alternan en rojo y azul. Destacan los perfectos dibujos geométricos pintados en los grandes márgenes del libro. Toda una obra de arte.
Detalle de la obra
Y aunque no hay una mención clara de su procedencia, las antiguas signaturas hacen pensar que perteneció al Convento de San Esteban de Salamanca (dominicos). En un documento rubricado por el bibliotecario Domingo Doncel en 1857 se dice que algunos libros de colegios y dominicos fueron depositados en la Biblioteca Universitaria. Este parece ser uno de ellos.
La disciplina de las Matemáticas estuvo unida a la Astrología hasta finales del siglo XVIII y el autor explicado por excelencia fue Euclides: «En la cathedra de Mathematicas el primero año leanse en los ochos meses de la geometria los seys libros primeros de Euclides»
Las cátedras de Medicina y Derecho sufrieron un importante cambio en 1771 con el Plan de estudios de Carlos III, pero la de Matemáticas no consiguió avanzar ni incluir a nombres como Descartes o Newton. La modernización se produjo en 1777 cuando accedió a ella Juan Justo García, quien fue el primer matemático moderno de la Universidad de Salamanca, según el estudioso de la materia Norberto Cuesta Dutari. De él destaca una obra publicada en Madrid de la que la Universidad tiene cuatro ejemplares, el último incorporado hace un año gracias a una donación particular. Se trata de la obra «Elementos de aritmética, geometría y álgebra» (Madrid, 1782)
Publicado en La Gaceta (17/11/2018). Tesoros de la Biblioteca Histórica
José Luis Gonzalo Sánchez-Molero. Leyendo en edo: breve guía sobre el libro antiguo japonés. Madrid : Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 2013. 166 p.: il.(Colección: Serie 23 de abril). eISBN: 978-84-00-09661-8. DESCARGAR
Resumen:
¿Cómo surgió la escritura en Japón? Parece que sus orígenes debemos buscarlos en China, unos cinco mil años antes de Cristo. ¿Cómo llego a Japón? ¿Se convirtió la escritura en un privilegio de élite? ¿Por qué realizar la escritura de derecha a izquierda? ¿Qué materiales se emplearon para escribir? ¿Qué caligrafía, formatos y técnicas de impresión se desarrollaron? Todas estas preguntas y muchas más, contadas con un estilo ameno, en el que se entremezclan también leyendas y tradiciones, tienen respuesta en este delicioso volumen sobre el libro japonés antiguo.
Samurai escribiendo, con su suzuribako al lado. Grabado xilográfico japonés. Hoja suelta de un ejemplar de la Historia de los 47 ronins (1862). 18×12 cm. Utagawa Kunisada (1786 – 1865)
«Omnium scientiarum prínceps Salmantica docet». Una experiencia inmersiva en 360º.
Documentos audiovisuales sobre “La producción de ideas científicas en la Salamanca del Renacimiento (Escuela de Salamanca)”, que han sido grabados en varios formatos: de forma tradicional (subtitulados al inglés) y en Realidad Virtual (360º).
Los vídeos son el resultado de un proyecto de investigación financiado por la Fundación “Memoria de D. Samuel Solórzano Barruso”. bajo el título: “Estudio piloto sobre el empleo de la Realidad Virtual como nueva herramienta para la difusión y promoción inmersiva del VIII Centenario de la Universidad de Salamanca”. Dicho proyecto centra su tema objeto de estudio en la Realidad Virtual, como nuevo formato audiovisual inmersivo. A partir del planteamiento de los usos que puede adoptar esta nueva tecnología la citada investigación hace hincapié en el conocimiento de la RV como una nueva herramienta efectiva para el desarrollo del periodismo de marca y que por lo tanto serviría de forma muy eficaz a la la hora de difundir y promocionar la imagen e identidad de marca del VIII Centenario de la Universidad de Salamanca.
El proyecto ha sido coordinado por la profesora de la Usal, Maribel R.Fidalgo como IP del proyecto y ha contado con los siguientes miembros dentro del equipo investigador: Mª Begoña Gutiérrez, Javier Herrero, Elena Calvo, Lucía Jiménez, Adriana Paíno y Yanira Ruiz. (Facultad de Ciencias Sociales)
Este proyecto ha contado con la participación de Ana Mª Carabias profesora de Historia Moderna de la Usal y Margarita Becedas, directora de la Biblioteca Histórica de la Usal. Asimismo, se ha contado con la participación técnica de Yipikayei Producciones. Por último, se ha realizado una colaboración con la universidad americana Wake Forest University, que ha realizado el subtitulado al inglés de dichos vídeos.